Hoy, por segundo año consecutivo, nos vemos obligados a celebrar la Semana Santa en el contexto de pandemia y, por lo tanto, de confinamiento. Esta situación nos hace añorar las costumbres que como familia realizábamos, como el poder trasladarnos y participar en las celebraciones de los templos o visitando las 7 iglesias y, sobre todo, poder reunirnos en familia.